sábado, 10 de septiembre de 2016

4 trastornos que confundimos con depresión



Por: Ralph Ryback M.D. 
Cuando crees en algo falso, puedes pagar serias consecuencias. Esto es particularmente verdadero cuando implica tu salud. Como decía la frase atribuida a Mark Twain:

“No es lo que no sabes lo que te mete en problemas, sino lo que estás seguro de saber pero no es así”
Esta frase describe los peligros de creer algo falso. En vez de tratar de enfocarte en el problema real, tratas de poner todo tu esfuerzo tratando de arreglar algo irrelevante.

Depresión: Un trastorno comúnmente mal diagnosticado
Los trastornos mentales son siempre un poco difíciles de diagnosticar, especialmente porque no hay pruebas fisiológicas que ayuden a los clínicos. Diabetes, por ejemplo, se diagnostica con pruebas de sangre o el cáncer por medio de biopsias. En cambio, los trastornos mentales, por medio de auto-reportes y listas de chequeo.

Por esta razón, la depresión es a veces mal diagnosticada. Un meta análisis hecho el 2009 descubrió que clínicos en general llegan a identificar una depresión en el 47.3% de los casos y que muchos doctores diagnostican depresión en personas que no la tienen.

Aquí hay 4 condiciones que usualmente se confunden con depresión

Trastorno bipolar
Al igual que la depresión, implica periodos de tristeza. Durante estos periodos, se experimenta exactamente los mismos síntomas de una depresión. Se puede sentir con desesperanza o incluso tener ideas de suicidio. A diferencia de las personas con depresión, en la bipolaridad existe además periodos de manía, en los que uno se siente productivo e incluso uno de los mejores en el mundo. A veces la fase maniaca es tan placentera que no se la reconoce como parte de problema.

De acuerdo al British Journal of Psychiatry, el 22% de las personas con trastorno bipolar son diagnosticados erróneamente con depresión.

Reconocer la diferencia entre ambas es vital puesto que la medicación para la depresión puede agravar los síntomas de un trastorno bipolar.





Hipotiroidismo
Una condición en la que la glándula tiroidea no produce suficiente cantidad de hormonas necesarias para el cerebro y el cuerpo funcione adecuadamente. Las personas con este desorden suelen sentir fatiga, disminución de la concentración y bajo estado de ánimo (todas características también de la depresión)
Se estima que en estados unidos, 20 millones tienen problemas de tiroides, y que hasta el 60% de ellos no son conscientes de esto.

A diferencia de las personas con depresión, en el hipotiroidismo se es muy sensible a las temperaturas bajas y sienten frío la mayor parte del tiempo. Algunos sienten sequedad en la boca, pérdida de cabello o se sienten roncos.



Diabetes
Usualmente, las personas llegan a desarrollar la diabetes tipo 2 sin saberlo. Pueden súbitamente perder peso, sentirse fatigados y más irritables de lo usual. Puesto que estos problemas también se asocian con depresión, pueden no darse cuenta que los problemas de su cuerpo se debe a la insulina. La resistencia a la insulina, uno de los precursores de la diabetes tipo 2, ha sido siempre relacionada con la depresión.

Las personas con diabetes pueden padecer “distrés de la diabetes” una condición de es similar a la depresión. En el 204, estudios encontraron que personas que sufrían depresión y diabetes disminuyeron sus síntomas depresivos al aprender a manejar mejor su diabetes, es decir, sus síntomas no eran causados por la depresión, sino por el estrés de vivir con una enfermedad crónica.

Síndrome de fatiga crónica
Es una enfermedad caracterizada por fatiga extrema sin causa aparente. Implica además, dificultades para la concentración, dolor muscular y problemas para dormir. Puesto que estos síntomas también se asocian con depresión, ellos suelen ser también mal diagnosticados. Estudios señalan que este síndrome no es diagnosticado adecuadamente el 80% de veces y que la forma más común de confundirlo es con depresión.

La diferencia está en que las personas con fatiga crónica, en contraste con la depresión, aún encuentran interesantes sus hobbies, y los practican pese a la fatiga.

La depresión es un problema real y muy serio que afecta a millones de personas cada año. La mayoría de los diagnósticos de depresión son correctos y mejoran con la terapia y la medicación.
Sin embargo, un mal diagnóstico es siempre posible. Si estás siendo tratado por depresión y no sientes beneficios, es posible que tengas un desorden que se asemeje. Antes de empezar a consumir antidepresivos, no está de más hacerse análisis de sangre para descartar hipotiroidismo o diabetes.

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